Madre Esperanza: alma gemela del Padre Pío

La vida de la Madre Esperanza de Jesús Alhama Valera, conocida como Madre Esperanza, es un testimonio de fe y dedicación. Nacida en Santomera, Murcia, España, en una familia humilde, su destino tomó un giro significativo a una edad temprana. Impresionado por su inteligencia, un vecino la persuadió para que fuera educada por el párroco local. Esta decisión la condujo a una vida de servicio y devoción.

Nació el 30 de septiembre de 1893 en El Siscar, Santomera, Murcia, España y falleció el 8 de febrero de 1983 Collevalenza, Italia


Esclavas del Amor Misericordioso


A los 21 años, se unió a la Congregación de las «Hijas del Calvario» en Villena. Más tarde, en 1930, fundó en Madrid la Congregación de las «Esclavas del Amor Misericordioso».


En 1936, se trasladó a Roma, donde ayudó a los heridos y desamparados. En 1951, fundó los «Hijos del Amor Misericordioso».


Construcción del Santuario del Amor Misericordioso


Madre Esperanza se instala en Collevalenza junto a otras Siervas del Amor Misericordioso, y en donde pasará el resto de su vida.Su misión trascendental fue la construcción de un santuario dedicado al «Amor Misericordioso de Dios». Este lugar se convirtió en un refugio para aquellos que buscaban sanación espiritual y física.


La Madre Esperanza deseaba que este santuario transmitiera el amor y la misericordia de Dios a todos, un mensaje que sigue vivo hoy en día.


El 22 de noviembre de 1981, recibió la visita del Papa Juan Pablo II en su santuario, un evento que subrayó la importancia de su obra. Tras su muerte el 8 de febrero de 1983, su legado perdura.


El 31 de mayo de 2014, fue beatificada en el Santuario del Amor Misericordioso de Collevalenza, un reconocimiento a su dedicación y sacrificio por el bienestar de los demás.


Alma Gemela del Padre Pío


Aunque en España no es muy conocida se le declaró hija predilecta de Santomera en 1982, y de la región de Murcia en 1990.


En una entrevista en el programa “Cuarto Milenio” de Cuatro TV el periodista José María Zavala la definió como “una alma gemela, un clon del Padre Pío”, destacando sus supuestos poderes de bilocación, los estigmas, o la introspección en las almas. Aquí también nos viene a la mente el Padre Sebastián de Jesús, el Monje de Montalbán.


Zavala narró la lectura del alma de Jacqueline Kennedy que acudió junto a la Madre Esperanza en busca de consuelo, después del asesinato de su marido, JFK. Es autor del libro “Madre Esperanza: Los milagros desconocidos del alma gemela del Padre Pío”.

Terminamos con unas reflexiones que dejó escritas la Madre Esperanza en su testamento:


«Sed humildes, amaos mutuamente, desterrad de vosotros los juicios temerarios, no ambicionad jamás cargos o puestos elevados, dejaos en manos de la obediencia como pequeños niños; no discutáis ni alterquéis, no preocupaos de cosas que no os han encomendado, sed muy caritativos y amantes de la oración, pues el primer medio para alcanzar la gracia y la gloria es la oración»